Estaba
desnuda de los pies a la cabeza
Despidiéndose
de él sin ganas de hacerlo
Alargando
la conversación a cada momento
Hasta
que dijo “hablamos luego”
Dejo
el móvil sobre un aparador
Corrió
la cortina, abrió el grifo
Templo
el agua y se metió debajo
La
dejo correr por su piel morena…
Miro
al descuido la luz que parpadeaba
El
había escrito, siempre la última palabra,
¿Qué
habría puesto? Pensó silenciosa
Mientras
mojaba su cabello largo
Se
mordió los labios pensando en él,
Mientras
el jabón surcaba su cuerpo
Deslizándose
a los sitios prohibidos
Que
ningún hombre había explorado…
Suspiró,
como solo suspira una mujer,
Sintiendo
calor, sintiendo sed,
Algo
que no podía saciar su ser,
Y
durante un instante, sin querer
No
pudo evitar imaginarlo a él,
Bebiendo
de sus labios la miel
Rodeada
de un abrazo fuerte y varonil
Murmurándole
que la quería así…
Corto
el agua, escurrió su pelo,
Lo
envolvió en un paño y se secó
Mirando
la silueta del espejo
Imaginando
que el miraba aquel reflejo
Dejó
caer suavemente la toalla
Deseando
que aquellos fueran sus ojos
Y
entonces, dándose cuenta, se sonrojó,
Estaba
desnuda de los pies a la cabeza…
Kevin
Heves Maranetto Vranich
27/9/2016