Se sentó junto a su mujer
Una tarde fría de julio
Mientras la chimenea crepitaba
Y las llamas naranjas bailaban
Reflejadas en la lágrima derramada
Por aquella dama de pelo negro
Ojos negros y tez morena
Que se encontraba, miserable, derrotada…
El la abrazo, amaba abrazarla
Amaba besarla y hacerle el amor
Verla reír y verla llorar
Amaba todo de ella
Sus días buenos, y sus muchos días malos
La amaba, así sin más
So sabría explicarlo mejor
Así se ama, si se ama de verdad…
Pero ahí estaba el problema
Ella no lo amaba, él sabía,
Esperaba paciente que lo amara
Pasaba el tiempo y eso no pasaba,
Él no quería que se fuera
Pero no sabía cómo retenerla
Había hecho tanto por ella
Y ella no había notado nada…
-“¿Sabes? Estoy cansada,”
Se lo dijo como justificando
Estar allí, en silencio, sentada,
Pero no justificaba nada,
Hablaba de él, de ellos
De ese amor suyo asfixiándola
Y supo que la había perdido
Cuando se sentó junto a su mujer
Kevin Heves Maranetto Vranich
12/07/2019