Era el ocaso de una relación
Que había durado demasiado
tiempo
Ni él era mala gente
Ni ella mujer vulgar
Solo, no hablaron suficiente
Nunca se llegaron a entender
El hombre callaba sus pesares
Y la dama, con ellos,
no sabía lidiar…
Reían mucho cuando
estaban juntos
Eran juguetones y cómplices
de travesuras
Sabían conectarse en
una cama caliente
Sus noches fugaces eran
ardientes
Aquel tipo no le guardaba
secretos
En exceso sincero, en exceso
abierto,
Mientras su princesa
mimada
Se desbordaba tan fácil
de celos…
Si hubiesen tenido
hijos, nietos
Que bellas, sus
navidades, hubieran sido
Reunidos, en una mesa
abundante
Contando, cada año, lo
mismo
Lo imposible que
hubiera sido su encuentro
Si no intervenían Dios
y el destino,
Que siendo de dos
mundos distinto
En un tercero acabaron
encontrarse…
Se dice, que hasta los
ángeles del cielo
Lloran cuando su
historia se cuenta
Si su razón de ser, era
estar juntos
Desde el mismo inicio
de los tiempos
Ojalas, si existen
otros mundos
En uno de ellos se
dieran más tiempo
Y la primera línea de
este poema sea:
“El amanecer de una relación…”
Kevin Heves Maranetto
Vranich
23/12/2020