lunes, 31 de octubre de 2011

A ella…


Ella me vio llorar, me vio sufrir,
Me vio morir, me vio sangrar,
Me vio rogar, me vio insistir
Me vio esperar y me vio seguir;
Y la hice reír, la hice ser feliz,
Le enseñé a vivir, a sus heridas curar,
Con ternura la consolé y la escuché,
Y siempre a su lado, nunca le falté…

Hablo de esa joven que no me tuvo compasión
Que no le importó lastimar mi corazón,
Que mi alma se consumiera en la desesperación
Que la locura echara raíces en mi razón,
Hablo de aquella dama que amé,
Habló de ese ser que adoré,
Hablo de la criatura que en mis manos cuide,
Hablo de la niña que hice mujer…

Y aún así me quedan recuerdos apagados,
De aquellas sonrisas que a tus labios saqué,
De los besos que de tu boca probé,
Y el brillo de amor que en tus ojos encontré,
Y en mi noches de turbado desvelo
Me pregunto desafiando la hora de los sueños,
Amor mío, en que fue lo que fallé
Que si todo te lo di, suficiente no fue…

En otros momentos te pedí perdón
Aunque nunca les llegaran a tu corazón,
Ahora me disculpo conmigo mismo,
Tu ausencia será siempre mi castigo,
Y aunque nunca descubra en que me he equivocado,
Trato de pensar cuanto la hacharé de menos,
A aquella, que pudiéndolo evitar
Me vio sufrir, y me vio llorar…

Kevin Heves Maranetto Vranich

31/10/2011

jueves, 27 de octubre de 2011

Abuso infantil…


Hay papá, yo te quiero
Pero de esta manera no, te lo ruego,
Por favor, quita de ahí tu mano,
No ves que me haces daño,
Me da miedo el brillo de tus ojos,
Cuando me quitas los zapatitos rojos,
Hay papito, no me oyes llorar,
Yo ya que no me va a gustar…

De nuevo no, te lo pido,
No sabes como la otra vez he sufrido,
Y mamita no a querido creerme
Lo que estando solos, quieres hacerme,
No me escucha porque a ti te ama,
Y apaga su sed en tu cama,
Pero porque tienes que hacerlo conmigo
¿No ves que mi hermanito y yo somos niños…?

Relames tus labios con deseo,
Tiembla mi cuerpito con miedo,
Mi ropita la arrancas salvaje
Llueven mis lágrimas por el coraje,
Me da vergüenza sentirme desnuda
Aunque la habitación este oscura,
Siento en mi piel el calor de tu aliento,
Cuando surcan tus dedos mi cuerpo…

Siento la hebilla del cinturón zafar,
El sonido de tus pantalones al bajar,
Es tanto el terror, el sufrimiento
Que Dios me libera en un desvanecimiento,
Sé que al despertar estaré sangrando,
Me dolerá el alma y romperé en llanto
Pediré por ti perdón, a diosito, en mis deseos
Porque aun así papá, yo te quiero…

Kevin Heves Maranetto Vranich

27/10/2011

Mentiras “humildes”


Él la había amado desde el primer día
Cuando entro a clases con su pelo suelto,
Ligeramente rubio, ligeramente ondulado
Con sus ojos de un azul turbio
Como si recientemente hubiera llorado
Y le regalo esa sonrisa blanca
Que alumbro tantos sueños en sus noches
Aferrándose firme en su adolescente corazón…
 
Y ella se sentó junto a él,
Les dedico sus primeras palabras
Y como todo un caballero galante
Se ofreció a acompañarla en los recreos,
Le mostro el patio, las aulas y los aseos,
Y como de otra ciudad decía venir
Le mostro calles, plazas y cosas sin fin
Y ella se enamoró, de esa forma sutil…

Le contó de sus viajes por Francia y por parís,
De aquellas fiestas extravagantes donde asistió,
De los extensos campos de sus padres,
Y la dulce voz de la madre que no conoció,
Le hablo de su guardarropa y de su mansión,
Y en susurros cómplices le explico
Que la razón de su ropaje modesto
Era para no resaltar del resto…

Seis meses pasaron en el calendario,
Él la vio al otro día del primer beso,
Acompañada de un hombre estrafalario
Que buscaba en la basura, algún cartón,
Ella lo vio alejarse llorando,
Pensó que por su humildad la abandonó
Si supieras, que lo que no soporto fueron las mentiras
Cuando el la había amado desde el primer día…

Kevin Heves Maranetto Vranich

27/10/2011

miércoles, 26 de octubre de 2011

Tímido intento…


Parecía un día como cualquier otro,
Cuando la crucé por la calle, con su vestido blanco,
Su pelo suelto, jugando en el viento,
A paso ligero con su bellos zapatitos,
Como hacia la tarde de cada domingo,
Le sonreí con ternura inexplicable,
Y me regresó su sonrisa de diamante
Y pareció mi corazón detenerse…

Pero no la vi estremecerse
¿Acaso no era obvia la indirecta?
O no fue clara la treta,
Ya tres meses estoy contando
Por el mismo camino siempre pasando
A esta inusual y puntual hora
Que se que la calle recorres sola,
Para ganarme siquiera tú mirada…

Cuantas veces ensaye las palabras,
Que al cruzarte de mis labios se borran,
Y que lentas transcurren las horas
Cuando la oportunidad ya ha pasado,
Y luego asesino los días del lunes al sábado
En la espera fortuita de verte de nuevo,
Si me velas bajo la luna en mis sueños
Y en ti pienso al salir el sol cada día…

Como quisiera hacerte mía
Y entre mis brazos sostener tu cuerpo,
Perder mis besos en tu cuello
Hacer que sientas el fuego que me quema,
Pero te veo marchar, la calle te lleva
Una vez más mi timidez me ha frenado,
Y tu ni cuenta te has dado
Que sería un día como cualquier otro…

Kevin Heves Maranetto Vranich

26/10/2011

martes, 25 de octubre de 2011

Y todo comenzó esa noche…


En las penumbras de la noche estábamos los dos
Siguiendo la trama de aquella película de acción
Comiendo palomitas de maíz entre sonrisas
Permitiendo a nuestras manos rozarse en caricias
Que se daban con perfecto y natural disimulo
En aquella pieza, sobre aquella cama, a lo oscuro,
¿Me miraste tú, o yo te miré primero?
Cuando de pronto, comenzamos nuestros sueños…

Será que tus labios aprisionaron mi boca,
Siguiendo el impulso que jamás se equivoca,
O mis brazos atenazaron tu cuerpo
Para permitirnos detener el tiempo,
Qué más da si acaricié tu pelo,
O sentí de tu piel el perfume del deseo,
Si conquistaste tú la luz de mi alma impetuosa
Con la belleza de tu sonrisa gloriosa…

Qué decir de lo que paso en esas horas
O donde terminaron nuestras ropas,
Si la seda de tu cuerpo recorrí brioso
Y bañe en besos tus ojos hermosos,
Para que recordar toda esa agitación
Si aun late en mí el palpitar de tu corazón,
Qué fin persigue saber lo que hicimos
Si como en esa noche nunca estuvimos tan vivos…

En algún momento nos dormirnos enredados,
Por el calor animal de nuestros cuerpos extasiados
Y nos despertó por la mañana la luz del sol
Iluminando en la cama los rastros de amor,
Si hay algo querida que jamás olvidar podre,
Fue cuando al despertar tus ojos miré
Y supe que habíamos tenido ese sueño, esa ilusión
En las penumbras de la noche donde estábamos los dos…

Kevin Heves Maranetto Vranich

24/10/2011

sábado, 22 de octubre de 2011

Lo que viene…



¿Sera que aquel viejo corazón,
Tanto tiempo enamorado
Del sentir haya olvidado
Con el latir confundiéndolo?
Vivir no es estar vivo amor
Recordar no es extrañar,
Es voltear, mirar atrás
Y de ello mantener lo mejor...

Las cálidas palabras dadas,
Las sonrisas compartidas
Las caricias entregadas
Las miradas recibidas,
Así lo que el destino nos da
En su justo tiempo se lleva
Dejándonos una oportunidad nueva
Para volver a comenzar...

No hay que aferrarse a lo dejado atrás
No se puede morir en lo que ha sido
Que como tú y como yo muchos han seguido
Quizás sin razones para hacerlo
O puede que a la vuelta de la esquina
O al otro lado del mundo entero
Se halle quien será nuestro desvelo
Y nos rodeara con su ternura...

Por las noches vemos una misma luna
Y nos llena el alma la misma luz,
No llores amor, vienen tempos de cambio,
En los que tú pecho anidaran intensas pasiones
Y a tus labios llegaran besos de sabores
Para alimentarte con elixir de amor
Y nuevamente habrá suspiros en cada latido
De aquel viejo corazón...

Kevin Heves Maranetto Vranich

22/10/2011


martes, 18 de octubre de 2011

Un poema especial de muerte y amor


A veces  la muerte nos va rodeando de a poco
Posa con tanta sutileza y suavidad sus manos frías
A la altura de nuestros hombros, de nuestro cuello
Que ni siquiera parecemos darnos cuneta
Cuando comienza a oprimirnos, a asfixiarnos,
Y nos sentimos tan vulnerables, cuando caemos en la cuenta
Que es tan frágil la vida, la magia, el alma
Todo en un instante, en un suspiro, termina…

Que hacer cuando todo parece terminado?
Que hacer cuando nos vemos ya en la tumba?
Cuando las flores se alimentan de nuestra carne
Que putrefacta en un cajón se descompone,
Que hacer cuando el fin ha llegado
Cuando la resistencia es absurda
Que hacer cuando es tarde
Cuando no hay marcha atrás…

Así como la vida es el amor,
Se entrega todo en su tibieza
Y uno no ve cuando este se va mellando,
Cuando las heridas lo van desgarrando
Porque uno tan ciego, tan ciego sigue amando
Y el otro, poco a poco, se va alejando,
Te va diciendo adiós sin comprenderlo uno
Hasta que un día descubres que lo has perdido…

¡Vamos! Necesito el secreto
Para regresar a la vida, tras haber muerto,
Dadme esa medicina, ese milagro
Que despierte nuevos amores en su pecho,
Que nazcan flores donde se marchito lo nuestro,
Vamos, que necesito resolver este misterio,
Aunque ella, ya por mí no sienta deseo
La amo infinitamente, y no me di cuneta
Que a veces la muerte nos va rodeando de a poco…

Kevin Heves Maranetto Vranich

30/01/2011

Y un nuevo amor…



Su tu no lo quieres ya
A otra se lo voy a dar
Luego no vengas a llorar
Nunca lo vas a recuperar

Mi amor buscara nuevo dueño
Alguien que lo llene de sueños,
Alguien que le prometa lo eterno
Y no me condene al infierno...

Viviré amor, viviré,
Ya veras, lo lograré,
Estar sin ti yo superaré,
Y más lágrimas no derramaré

Sé que ignoras mis palabras,
Te ríes de mí en la cara
Pues la vida nada regala,
Ya verás la factura que nos pasa

Yo solo te di amor,
Pinte tu mundo de color,
A cambio recibí dolor,
Llanto agónico y desazón

Ya verás amada mía
Lloraras en mis brazos perdida
No podrás curar mi herida
Y lamentaras no volver atrás los días...

Kevin Heves Maranetto Vranich

18/10/2011



Estatua de cristal


Un día sin rumbo fijo
Se sentó silencioso junto al mar
Y sus ojos se posaron en el horizonte
En el muriente sol del atardecer
Mientras laxos los sentidos
Escucharon el romper de las olas
Palparon la arena a sus pies
Y saborearon el salino perfume del aire…

No necesita soledad ni compañía,
De nada huía, nada buscaba,
No tenía preguntas, tampoco certezas
Era la esencia del todo y la nada,
Y halló, en hondas reflexiones
Que la armonía no es la paz
O la ausencia franca del conflicto
Si no la convivencia entre ambas…

Instintiva su mano buscó el corazón,
Escucho el latir de su compás irregular,
Y los ojos acuosos desataron el llanto,
Que quedo lo consumía por dentro,
“Que ser en este mundo glorioso
Que tanta belleza aguarda en su inmensidad
Pudo lacerarte con esta herida
Que ni el tiempo mismo logra borrar…”

Al despertar el alba hallaron la curiosidad
Madrugadores vecinos que a la playa bajaron
Alguien, con mano en pecho y llorando
Laborioso labró una estatua de cristal
Con ojos trasparentes que miraban la mar
Con una tristeza que parecía hablar
Idéntica al joven que habían visto caminar
Un día atrás sin rumbo fijo…

Kevin Heves Maranetto Vranich

18/10/2011

lunes, 17 de octubre de 2011

Intima tristeza…


Contengo las lágrimas, sí;
Pero ¿Sabes tú a qué precio?
Cuál es el arancel de esta sonrisa
Que engañosa se dibuja en mi cara
Ocultando los hondos tormentos
Que agobian tenaces mi alma,
Y convence, tan simple convence
A la mirada de los mortales…

Sabes cuánto quema esta ansia
De no hallar otros ojos que observen
Que en mi pecho una tormenta se desata,
Y en mi mente el delirio toma forma,
Como decirte cual es el pago
De ocultar este amargo llanto
Que lo bebe en silencio mi almohada,
Volando mis recuerdos muy altos…

Sufro ¿Lo sabías tú? ¿Lo sabías?
Acaso tú humana mente
Puede en sus límites comprenderme
Si tú, definitivamente, no eres yo;
Que acallo mis latidos para evitar el dolor,
Esta punzada, que como veneno en mis venas
Recorre mi cuerpo, pidiéndome el adiós,
Y yo, frágilmente resisto… aún…

Para mí ya no hay días mejores,
Mi diario vivir, es una noche perpetua,
Y suspiro, cansado, rindiéndome,
Brota de mis ojos, manantial salino,
Cuando recuerdos y olvido son uno solo
Y de mi queda tan poco en este momento
Cuando a duras penas, muriendo por dentro
Contengo las lágrimas, sí…

Kevin Heves Maranetto Vranich

17/10/2011

domingo, 16 de octubre de 2011

Encuentro



Nos miraremos a los ojos tiernamente
Como si nunca nos hubiéramos mirado
Y hablaremos palabras cándidas
Aquellas de las que nunca hemos hablado
Correrán las horas como nunca han corrido
Y sentiremos aquello que nunca hemos sentidos
Y cuando el sol este muriendo en el horizonte
Nacerá entre nuestras manos el primer roce…

Que sentirás tú ¿Cómo decirlo?
Que sentiré yo, es tan impredecible,
Pero refulgirán en las almas destellos imperceptibles
Que se revelaran en sonrisas de dulce picardía,
Y en lo hondo del corazón nacerá el miedo,
Quemando arrasador como el fuego,
¿Incertidumbre dices? Mucho peor que eso
Serán certezas, sueños y deseos…

¿Terminaran nuestros cuerpos en una misma cama?
Enredándonos en la tibieza de nuestras pieles
Acobijándonos en la caricia de nuestros anhelos
Que luego del vacío nos hallemos llenos,
Donde un suspiro borre los recuerdos,
Y donde un beso cree un mundo nuevo,
Y abrazados reírnos contentos
Durmiendo juntos, después de tanto tiempo…

El astro rey nos despertaría por la mañana,
Nos buscaríamos mutuamente en la cama,
Y bastaría apenas una mirada
Para descubrir que sin quererlo, sin pensarlo
Unimos nuestras vidas haciendo el amor;
Quizás temo esto, quizás tu no
Pero se en mi corazón que tarde o temprano
Nos miraremos a los ojos tiernamente…

Kevin Heves Maranetto Vranich

16/10/2011

jueves, 13 de octubre de 2011

Si tu quieres oírla



Sé que quizás no quieras probar
El sabor dulce de mis labios
Porque de otra boca as escuchado
Que su gusto es venenoso y amargo,
Es cariño, esa, tu decisión
No te obligaré a enredarte en mi corazón,
Ni a que ignores aquella mala mujer,
Que tanto lastimo la luz de mi ser…

Y ahora vengativa, que me sabe perdido
Y halla en su pecho un sentir afligido,
Y quiere sumida en profundo egoísmo
Que si de ella no soy, de nadie seré,
Por eso que debes hacer, yo no diré,
Si ante su hechizo e caído una vez
También yo de sus palabras me aferré
Pero mírame, de aquello, nada queda…

Si a lo que tus ojos soy, no basta,
Ve, continúa tu camino,
El mío sigue un único destino
Más allá de escapar de su sombra,
Y e, quizás, uno de estos días,
Ser cautivado por una tierna mirada,
Que robe de los labios que tu desconfías
El dulce secreto del amor verdadero…

No soy quien para que tú me creas,
¿Es ella quien para convencerte?
Vete, ambos perdamos un poco
Quizás tú eras quien estaba destinada para mi
Quizás era yo quien te enseñara a vivir,
Pero si te alejan sus palabras, es mejor así
Vete, en la ignorancia de lo que has perdido
Y que por ella quizás no quieras probar…

Kevin Heves Maranetto Vranich

13/10/2011

sábado, 8 de octubre de 2011

Durmiendo al amanecer



Sale el sol y me voy a dormir,
Triste con la mirada medio perdida,
Restos de lágrimas en estos ojos cansados
Que han mirado sin mirar tanto tiempo,
Porque saben que ya no eres mía,
Lo saben y ya no te buscan,
Ya no está tu foto en el portarretratos
Ya no estás tú en mi vida…

Solo queda tu fragancia en mis recuerdos
Y en mis labios la suavidad de tus besos,
Acercó mi cabeza a la almohada,
Buscando lentamente conciliar el sueño,
El “tic tac” del reloj tras de mi
Hace que mi mente vuele a otros tiempos
Donde la sonrisa se dibujaba en mi rostro cansado
Y me hacia feliz la caricia de tu mano…

Me voy durmiendo lentamente
Sumido en tristes y amargos recuerdos,
Mientras tú eres libre y vuelas feliz
Cobijada en el calor de otras alas,
Anida ahora tu cuerpo en otro lecho
Otras manos recorren tu piel
Y yo, aquí, suspiro en silencio
Maldiciendo que dejar de amarte no puedo…

Medio dormido cuento los meses,
Un año va casi desde aquel último beso
Lleno de mentiras, de engaño y de traiciones
Que tendida en mi cama, haciendo el amor
Tu mente y fantasía era de otro hombre,
Y ahora en la frágil soledad de esta cama
Murmurando que te amo, llorando lentamente
Sale el sol y me voy a dormir…

Kevin Heves Maranetto Vranich

08/10/2011

jueves, 6 de octubre de 2011

Decisión



Tantas veces lo había visto pasar
Con esa mirada triste en sus ojos
Como buscando un sueño inalcanzable
O huyendo de una pesadilla,
Cuantas oportunidades quiso acercarse a él,
Apoyar su mano en su hombro
Y averiguar aquello que en su alma dolía
Y que expresaba con amargura su rostro…

Acabo esta idea obsesionándola,
Quitándole horas de sus noches
En revueltos desvelos, donde estaba él
Contándole aquel misterioso secreto,
Amigas y conocidos pocos pudieron decir
De su conocida historia, poco se sabía
Solo que alguna mujer, en algún momento
Su pecho había herido de muerte…

Pero cuna trágico pudo ser el daño,
Cuna grande la alevosía,
Para que de esto, que un año hacía
Siguiera haciendo mella en su espíritu de hombre,
Al final, lo decidió un día,
Al verlo pasar, se acercó a él,
Tartamudeando quizás, se lo pregunto
Y con dificultad sostuvo su mirada…

Y ahí lo descubrió, sobrando palabras,
Que fue lo que él dijo, poco importa,
Pero en su rostro se dibujo una lágrima,
Y a sus labios los adorno una sonrisa,
¿Que vio él en sus ojos azules?
Quizás que ella podría devolver el color a su mundo
Como lo había sospechado en silencio
Tantas veces que la había visto al pasar…

Kevin Heves Maranetto Vranich

06/10/2011