Él le dijo que la amaba,
Así, sin pensarlo demasiado
Sin medir las consecuencias
Que llevan tan simple acto,
De entregarse todo entero
De una vez y para siempre
Con el alma, con el corazón
Y con la vida misma…
Ella le miró feliz,
Dibujando en sus labios una sonrisa
Con un brillo cariñoso en los ojos
Mientras se enredaba en su cuello
Y depositaba en sus labios sedientos
El más cálido de los besos
Y murmuró, casi inaudible
“Yo también te amo”…
Si lo dijo por inercia, no sabemos,
Quizás parecía adecuado decirlo,
O muy malo no hacerlo,
Lo cierto es que no lo sentía
No como el muchacho en sus brazos,
Nos e entregaba, apenas se ofrecía,
Como caricia de viento en primavera
En el suspiro de una noche sin estrellas…
Si el hubiera sabido, quien sabe,
Quizás intentara resistirse,
Pero a quien amar, no puede elegirse,
Ni cuando, ni donde, ni como,
Y él se entregó así… todo,
Recibiendo a cambio casi nada,
Aquel día, cuando con el corazón en la
vos
Él le dijo que la amaba…
Kevin Heves Maranetto Vranich
04/09/2015