Era un hombre como hay muchos
Y había sido un día largo y duro
Sus pies se movían solos
Buscando un poco de Consuelo tasiturno
Su andar llegó a la orilla del mar
Se sentó pesadamente sobre la arena
Miró el horizonte oscuro
Y el reflejo de la luna en el agua...
Y toda su fuerza se hizo pedazos
Como un castillo de naipes derrumbado por el viento
Y se reflejaron las estrellas del firmamento
En cada lágrima llena de desconsuelo
No hubo un solo gemido que alertara al mar
Que aquel hombre sufría en sus adentros
Su llanto era mudo e intenso
Era el llanto de un Alma herida...
Busco fuerza sin tenerlas
Se puso de pie una vez más
Volvería a casa como siempre volvía
Seguramente allí ella lo esperaría
Tomaría su abrigo y le daría un beso
Preguntaría si el trabajo estuvo duro
Prepararía un té y le pondría menta
Y el sonreiría de forma vacía...
En la mira con mucho amor
En el trabajo todo está bien
Las deudas tarde o temprano se pagarán
Las cosas que están mal se arreglarán
Pero mientras La mira y busca su cariño
Se siente de pronto muy solo
Y así sus lágrimas se derramaran en silencio
Porque es un nombre como hay muchos...
Kevin jueves maranetto vranich
30/03/2021