El la miraba
desde lo alto
Y ella alzo los
ojos color cielo
Dibujando una
sonrisa llena de sueños
Mientras él
respondía en silencio,
La mano masculina
llegó a su mejilla,
Profesando la más
tierna de las caricias
Y a ella la piel
le quemó como el fuego
De tanto que esperaba
aquel momento…
Recostó la cabeza
contra su pecho
Bajo la piel, oyó
su corazón latiendo
Ritmo de
esperanza y deseos,
Murmullo de todo
lo bueno,
Y de sus labios
escapó un suspiro
Como brisa de
primavera sobre las flores,
Mientras la mano
de él iba a su pelo
Atrapado en
memorias y recuerdos…
Los brazos de la
mujer rodearon su cuerpo,
Abrazo firme que
teme perderlo,
Y se halla en
paz, sutil suspenso
Como el ave en
pleno vuelo,
La mirada de él
brilla acuosa,
Vierten con
nostalgia una lágrima,
Ella nada sabe,
nada comprende
Pero quien no
arriesga… no gana…
“Dime que me
quieres” murmura
Sin esperar
respuesta alguna,
Mientras se deja
llevar por la confianza
En aquellos
brazos dónde está segura,
Finalmente desde
el alma, el sonríe
Olvida... para comenzar
de nuevo,
Y cuando ella
alzó los ojos color cielo
Él la miraba
desde lo alto…
Kevin Heves
Maranetto Vranich
25/10/2012