“¿No sé por qué aún hago esto?”
Le reprochó a su bonito reflejo
Luciendo su mejor vestido
Y un elaborado peinado,
Usó sus dedos finos
Para quitarse las caravanas
Para luego desnudar su cuello y muñecas
De las cadenas que hacían juego…
Desenredó un lazo, luego otro,
De pronto su piel quedó al descubierto
Observó sus formas, curvas pulidas
Y la dulce suavidad de su tez cedosa,
Era una mujercita hermosa
Desde la punta de sus pies pequeños
Hasta el extremo de su cabello largo
¿Por qué entonces parecía muerto su pecho…?
Se arrojó sobre la cama blanda
Queriendo ocultar el sabor de una lágrima
Tan difícil era encontrar un hombre
Que viera más allá de su rostro bonito
No tenia ella acaso el derecho
Que se enamoraran de su ser, todo entero
¿Dónde estaba quien alimentara su corazón
Sin dar pienso a su inútil ego…?
¿Serian ciertas sus mordaces palabras?
Alzo su frente al mueble junto a la cabecera
Podía ver la esquina de su móvil sobre ella
¿Por qué era tan difícil dejar de pensarle?
Y estrangulaba su alma la posible respuesta
Suspiró llena de inseguridades e incertidumbres
Y se preguntó, mientras escribía un mensaje:
“¿No sé por qué aún hago esto?”
Kevin Heves Maranetto Vranich
21/03/2024