Luz oculta

Las áridas arenas de mi corazón
Se han mezclado, me temo, con el viento
 En confines inmensurables dispersado
Y soy poco más que un muerto,
Que somos si no recuerdos,
Esencias de lo que fuimos, marcando lo que seremos,
Lo admito, no es lo que yo quiero,
Pero me es tan ineludible como la muerte…

Y ya estaba muerto la última vez
Que estos mismos ojos que poseo
Miraron el cristal del espejo con terrible miedo,
Y regresó una mirada fría
Allí donde otrora hubo tantos calores,
Allí donde antes había amor
Y ahora residía la melancolía
En un nido de espinas y dolor…

Antes, en otras estaciones
Al menos sabía lo que mi alma anhelaba,
Ahora hace tiempo murió el deseo,
Tras él los sueños, finalmente la esperanza,
Sé que aún hay luz, porque la siento,
Pero ya no veo los reflejos de su brillo,
Ya no puedo alcanzar el hueco donde la llama se agita,
Y otras manos han de socorrerlo…

Solo manos finas, suaves, femeninas
Con afán, cariño y sutileza
Podrán reavivar en los meses del año que comienza
El faro tullido de este año que culmina,
Aquella luz que de mi alma se apaga,
Salvaguardarla de aquella niebla que la enturbia,
Eso… si es que aun no sea tarde
En las áridas arenas de mi corazón…

Kevin Heves Maranetto Vranich

30/12/2011