Fue verlos y sumergirme en su reflejo
Quede anclado en su brillo claro,
Sabiendo que en mi alma se debatía mucho daño,
Que mi corazón hallabase trágicamente destrozado
Que el manantial de la vida en mi no cabía
Que en mi suspiro aun brotaba un nombre
Que en mi pecho estaban aun sus recuerdos
Y sin embargo en sus ojos hallé paz…
Me tomo un minuto quizás comprenderlo
Tuve que fugaz repetir la mirada,
Para sentir sin dudas, una ves mas,
Aquella chispa de inocencia en mi,
Ángel en cuerpo de mujer que vi
Me liberaste de ser lo que nunca fui,
Que decirte más que gracias,
Así no te dieras cuenta lo que ha significado…
Si aviase en mí una tormenta desatada,
El dolor de mil estacas en mi piel clavadas,
El veneno más ácido por mis venas corría,
Mi corazón de dolor, agonizaba, moría,
Como explicarte con simples palabras,
Todo lo que a mi ser le sucedía,
Si ella al dejarme me ha quitado la vida,
Y tú, la has devuelto en una mirada…
No te asustes, mi corazón no dice que te ama,
No me temas, que no te insinúo nada,
No busco conquistarte ni ser tu dueño,
No anhelo que seas mía ni estar en tus sueños,
Solo busco mirarte de nuevo
Pues me has liberado del dolor que llevo dentro
Con tus ojos, y su brillo claro
Si fue verlos y sumergirme en su reflejo…
Kevin Heves Maranetto Vranich
Dedicado a una compañera de teatro
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