El ave

Erase noche oscura, cansado de mucho llorar

Extrañar un amor que se había marchado,

Extrañando a quien no se podía dejar de amar,

Y en la penumbra se oyeron golpes suaves

El corazón del joven hallase encogido

Y pensó en sus amargos desvaríos

Es ella que a mí a regresado

Rogando un perdón que ya he perdonado…

La puerta con ímpetu abrió de par en par,

Para hallar fuera silencio y soledad,

Nada más que una ventisca taciturna,

Un brillo sepulcral de la luna

Nada más que las hojas arrastradas por el viento,

Un frío que calo integro sus huesos

Y aquella ave del mismo infierno

Que aprovecho la distracción para entrar presurosa…

“Jamás volverá” murmuro desde lo alto

Posada sobre un mueble desgarbado

Y al joven encogiese el alma en el pecho,

Y sus ojos al ave escrutaron,

No conocía especie alguna,

Con plumaje tan negro, tan opaco,

Y que hablase repitiendo como mirlo

Una voz que le traía recuerdos…

De quien hablas, ave sagaz,

Que voz del demonio imitas con tu pico,

Es acaso de mi amada tu mensaje

Pues entonas en tus palabras su melodía

“Jamás volverá” reitero graznando quedo

Emprendió ajetreado su vuelo, desapareciendo

Y con ese consuelo, con esa ilusión, la pudo olvidar

Aquella noche oscura, cansado de mucho llorar…

Kevin Heves Maranetto Vranich

12/07/2011